
Crónica española de la peregrinación 2022 (4 y 5 de agosto)
Tras cierta incertidumbre sobre de si abría o no el refugio de Wallon, finalmente nos dijeron unos días antes que no iba a estar abierto. Recordamos que este refugio está ya completamente reformado, reforma que ha llevado dos años, pero que no había pasado la inspección de seguridad de incendios y estaban pendientes de que les aprobasen las modificaciones.
Así que tras esa noticia, al estar el refugio de Respomuso completo, decidimos empezar a caminar desde el Balneario de Panticosa y acampar por los ibones de Bachimaña, más arriba o más abajo, dependiendo de cómo viésemos el tiempo ya que se preveían tormentas por la tarde.
El caso que quedamos a las 11:00 en la Casa de Piedra para salir a las 12:00. Allí nos esperaba una familia conquense compuesta por Juan Ángel, su mujer Ana Rosa y sus tres hijos Claudia, Juan Ángel y Lucas. Desde la Casa de Piedra partimos, además de los mencionados, Eduardo con dos amigos de Madrid: Mario y Daniel; Guillermo Orús, María, Iñaki y quien escribe estas líneas.
Comenzamos a subir con el cielo despejado, superamos el Repecho del Fraile y llegamos al refugio de Bachimaña, en este trayecto ya se empezaron a formar las primeras nubes que iban poco a poco en aumento. En el refugio se nos despidió la familia conquense ya que a Juan Ángel (padre) se le había despegado la suela de la bota y en el refugio sólo le pudieron ofrecer unas bridas con la que asegurar un aceptable descenso hasta el balneario.
Tras comer allí decidimos avanzar hasta el refugio sin guarda que hay detrás del embalse de Bachimaña y esperar allí que descargara el chubasco que se avecinaba, pero cuando debíamos tomar el camino al refugio, decidimos subir un poco más y entonces vimos un lugar bueno para acampar cerca de un mini ibón. No obstante decidimos subir un poco más y empezó a llover. Al llegar al ibón inferior de Pecico, comprobamos que los únicos sitios buenos para acampar ya estaban ocupados, por lo que decidimos volver al mini ibón. Afortunadamente dejó de llover y pudimos montar las tiendas.
Cenamos y después, en honor a la velada internacional, cantamos unos cantos con la tranquilidad de que no éramos escuchados por nadie más. Antes de acostarnos estuvimos contemplando cómo caía una buena tormenta por el Vignemale y cómo quedaban iluminados los distintos relieves montañosos por los relámpagos. La contemplación cesó cuando comenzó a llover donde estábamos y entonces entramos en nuestras tiendas.
El día 5 nos despertamos a las 6:00, desayunamos y nos preparamos para ir al collado de la Facha por el paso de Marcadau. No nos costó mucho llegar a la frontera, y una vez entrados en Francia descendimos y cogimos el medio-sendero que enlaza con el camino que va de Wallon al collado de la Facha. Cuando estábamos en ese medio-sendero encontramos un pastor que reunificaba a sus ovejas, el cual, extendiendo su oficio más allá de la raza ovina, nos pastoreó hacia el camino que subía a la Facha invitándonos a seguirle. No nos pudimos despedir de él ya que había localizado cuatro ovejas descarriadas por las lomas del pico Aragón y se fue directo a por ellas.
Por el camino de ascenso a la Facha nos encontramos con Jorge Sicar que caminaba solitario, ascendimos con él y llegamos al collado unos minutos antes de las nueve. Allí encontramos a Miguel, Lauren, Vianney, Mathilde y Heinrich-Bernhard.
Desde el refugio de Respomuso llegaron también a esa hora Chema, Ángel, Luis, Luis Mari, Toti, José María, Marisa, Javier, Andrés y su hijo Jesús. Con este grupo venía el presidente emérito D. Pedro Estaún, que tras varios años pasados en Suiza ahora pudo acompañarnos. Con ellos venían también tres chicas de Madrid que se unieron a la peregrinación porque la noche anterior les habían contado la historia. Eran: las hermanas Irene y Clara y otra Irene.
Por el lado francés poco después llegaron el presidente francés Jean Marc, con su mujer Martine, su hijo y varios amigos: Arthur, Eléonore, Alex, Robin y Mathias y también una pareja francesa, Marie-Camille y Matthieu, que era la primera vez que subían.
Tras la bendición del material de montaña comenzamos a subir a la cima con el cielo despejado aunque con algunas nubes sueltas en evolución. La brisa era suave por lo cual el ascenso fue muy llevadero. Al alcanzar la cumbre encontramos una pareja de Pamplona, Noelia y José Manuel, que habían oído de la peregrinación y subían directamente desde los Pecicos.
En la cima se celebró la Santa Misa y en la homilía D. Pedro recordó que éste era el 80 aniversario de la primera peregrinación, puesto que si el accidente-milagro fue en 1941, fue en el año 1942 cuando se subió a celebrar una Misa de acción de gracias y entronizar una virgen de Lourdes en la cima. También señaló la memoria de Ntra. Sra. de las Nieves en relación a la basílica de Santa María de Roma y terminó señalando la importancia de la Virgen y el rezo del santo rosario.
Tras la Misa, se hizo la ceremonia civil donde se leyeron los textos de Peguy y Samivel y se nombró a los caídos en el Pirineo desde el año pasado. Concluidos los actos y tras la foto de grupo (aunque algunos ya se habían bajado), nos despedimos con rapidez ya que se preveían chubascos para esa tarde. Despedida, eso sí, deseando que al año que viene, tras tres años cerrado Wallon, se puedan hacer los actos acostumbrados el 4 por la tarde, en especial la Misa en la ermita y la velada internacional.
Bajamos directos hacia los ibones de Pecico, recogimos las tiendas y demás cosas que no nos habían sido necesarias para la ascensión y cuando ya estábamos bajando la Cuesta del Fraile comenzó a llover con ligero granizo en algunos momentos. Con nuestras capas no tuvimos mayor problema e incluso tenía cierto encanto, pero vimos a varias familias con niños que por no ir bien preparadas con chubasqueros estaban completamente calados. Su situación no era peligrosa pues el Balneario estaba cerca y era agosto, pero ciertamente es recomendable ir bien preparados a la montaña.
Ya en el refugio de la Casa de Piedra nos tomamos la preceptiva cerveza y volvimos al caluroso valle del Ebro a disfrutar de unas temperaturas no tan frescas, pasando de los 22 y los 39 grados centígrados.
Y hasta aquí la crónica 2022.
Crónica francesa de la peregrinación:
A las 15:00 horas hubo misa en la capilla de Marcadau, en francés. Había unas 30 personas. Después de la misa, Jean-Marc pronunció unas palabras y tomó el texto en francés de la ceremonia laica para los difuntos.
Después de la misa se hizo la foto de grupo delante de la capilla. Los peregrinos partieron a toda prisa. Empezaba a llover (un poco) y retumbaba por todas partes. ¡Pero no había tormenta! Sólo un pequeño chaparrón, pero una vez en el puente de Estalounqué se pudieron quitar los ponchos. Hacía bastante calor. En el aparcamiento empezó a llover con grandes gotas.

Chronique espagnole du pèlerinage
Après une certaine incertitude quant à l’ouverture ou non du refuge Wallon, nous avons finalement été informés quelques jours à l’avance qu’il ne serait pas ouvert. Petit rappel : le refuge a été entièrement rénové, une rénovation qui avait pris deux ans, mais le refuge n’a pas passé l’inspection de sécurité incendie et qu’ils attendaient toujours que les modifications soient approuvées.
Après cette nouvelle, comme le refuge de Respomuso était complet, nous avons décidé de commencer à marcher depuis le Balneario de Panticosa et de camper près des lacs de Bachimaña, plus ou moins haut, en fonction de la météo, car des orages étaient prévus pour l’après-midi.
Nous nous sommes retrouvés à 11h00 à la maison de pierre pour partir à 12h00 ; une famille de Cuenca nous y attendait, composée de Juan Ángel, de sa femme Ana Rosa et de leurs trois enfants Claudia, Juan Ángel et Lucas.
De la maison de pierre nous sommes partis, en plus de ceux déjà cités, Eduardo avec deux amis de Madrid : Mario et Daniel ; Guillermo Orus, María, Iñaki et l’auteur de ces lignes.
Nous avons commencé à grimper avec un ciel clair, nous avons surmonté la pente raide d’El Fraile et sommes arrivés au refuge Bachimaña, où les premiers nuages ont commencé à se former et à augmenter progressivement.
Au refuge, la famille de Cuenca nous a dit au revoir, car la semelle de la botte de Juan Antonio s’était détachée et au refuge ils n’ont pu lui offrir que des brides pour assurer une descente acceptable vers la station thermale.
Après avoir mangé au refuge nous avons décidé d’aller au refuge sans gardien derrière le réservoir Bachimaña et d’y attendre l’averse. Mais quand nous avons dû prendre la route vers le refuge nous avons décidé de monter un peu plus haut, nous avons vu un bon endroit pour camper près d’un mini lac. Au final, nous avons décidé de monter un peu plus haut, a commencé à pleuvoir et quand nous avons atteint le lac Pecicos, les seuls bons endroits pour camper étaient déjà occupés. Par conséquent, nous sommes retournés au mini lac, heureusement il a cessé de pleuvoir et nous avons monté les tentes.
Nous avons dîné et ensuite, en l’honneur de la soirée internationale, nous avons chanté quelques chansons, sachant que nous ne pouvions être entendus par personne d’autre. Avant d’aller nous coucher, nous avons contemplé un bon orage qui est tombé sur le Vignemale et ainsi que les différents reliefs de la montagne illuminés par les éclairs de l’orage. La contemplation s’est arrêtée lorsqu’il a commencé à pleuvoir. Nous sommes entrés dans nos tentes.
Le 5, nous nous sommes réveillés à 6h, avons pris le petit déjeuner et nous sommes préparés à aller au col de la Facha via le col de Marcadau.
Il ne nous a pas fallu longtemps pour atteindre la frontière, et une fois entrés en France, nous sommes descendus et avons pris le demi-chemin qui rejoint le chemin qui va de Wallon au Col de la Fache. Alors que nous étions sur ce demi-chemin, nous avons rencontré un berger qui gardait ses moutons, qui, étendant son métier au-delà de la race ovine, nous a guidés vers le chemin qui montait à la Facha, nous invitant à le suivre.
Nous n’avons pas pu dire au revoir au bon berger car il avait repéré quatre moutons égarés sur les pentes du pic d’Aragon et s’est dirigé directement vers eux.
En montant vers la Fache, nous avons rencontré Jorge Sicar qui marchait seul, et lorsque nous avons atteint le col quelques minutes avant neuf heures, nous avons rencontré Miguel, Lauren, Vianney, Mathilde et Heinrich-Bernhard.
Du refuge de Respomuso sont venus Ángel, Luis, Luis Mari, José Marí, Tati, Marisa, Javier, Andrés et son fils Jesús. Avec ce groupe est également venu le président émérite M. Pedro Estaún, qui après de nombreuses années a pu se joindre à nous. Avec eux tous, il y avait aussi trois filles de Madrid qui se sont jointes au pèlerinage parce que la nuit précédente on leur avait parlé du pèlerinage, les filles s’appelaient Irène, Clara et Irène.
Du côté français est arrivé peu après le président français Jean Marc, avec sa compagne Martine, deux de ses enfants et plusieurs amis : Arthur, Eléonore, Alex, Robin et Mathias.
Egalement un couple français Marie-Camille et Matthieu.
Après la bénédiction de l’équipement de montagne, nous avons commencé à grimper vers le sommet avec un ciel clair bien qu’avec quelques nuages lâches, la brise était douce donc l’ascension était très supportable.
Au sommet, un couple de Pamplona, Noelia et José Manuel, qui avait entendu parler du pèlerinage et venait directement de Pecicos, est apparu.
Au sommet, la messe a été célébrée, et dans l’homélie, D. Pedro a rappelé que c’était le 80ème anniversaire du premier pèlerinage. Pedro a rappelé que c’était le 80e anniversaire du premier pèlerinage, car si l’accident-miracle date de 1941, c’est en 1942 qu’ils sont montés pour célébrer une messe d’action de grâce et introniser une vierge de Lourdes au sommet. Il a également rappelé le souvenir de Notre-Dame des Neiges en relation avec la basilique Sainte-Marie de Rome et a terminé en rappelant l’importance de la Vierge et de la récitation du saint rosaire.
Après la messe, la cérémonie civile a eu lieu où les textes de Péguy et Samivel ont été lus et les noms de ceux qui sont tombés dans les Pyrénées depuis l’année dernière ont été cités.
À la fin de la cérémonie, après la photo de groupe (bien que certains soient déjà partis), nous nous sommes quittés tôt car des averses étaient prévues pour l’après-midi. Nous nous sommes quittés en espérant que l’année prochaine, après trois ans de fermeture de Wallon, les événements habituels pourront avoir lieu le soir du 4 (notamment la messe à la chapelle et la soirée internationale).
Nous sommes descendus directement à l’Ibón de Pecicos, nous avons ramassé les tentes et d’autres choses qui n’étaient pas nécessaires pour l’ascension et quand nous descendions la pente du frère il a commencé à pleuvoir avec des grêlons légers par moments ; avec nos couches nous n’avons pas eu de problème majeur et même un certain charme, mais nous avons vu plusieurs familles avec des enfants qui étaient complètement mouillés parce qu’ils n’étaient pas bien préparés avec des mackintoshes, leur situation n’était pas dangereuse parce que le Spa était proche et c’était le mois d’août mais il est certainement conseillé d’aller bien préparé à la montagne.
Une fois dans le refuge de pierre, nous avons bu la bière obligatoire, et sommes retournés dans la chaude vallée de l’Ebro, pour profiter des températures pas si fraîches entre 22 et 39 degrés.
Et c’est la fin de la chronique de 2022.
Chronique française du pèlerinage
A 15 h il y a eu la messe dans la chapelle du Marcadau, en Français. Il y avait bien une trentaine de personnes ! Après la messe, Jean-Marc a dit un petit mot, et a pris le texte en français de la cérémonie laïque pour les défunts.
Après la messe la photo du groupe a été prise devant la chapelle. Les pèlerins sont partis en toute vitesse. Il commençait à pleuvoir (un peu) et ça grondait de partout. Mais il n’y a pas eu d’orage !
Simplement une petite averse, mais une fois au pont Estalounqué les ponchos ont pu être enlevés. Il faisait bien chaud. Au parking il y commencé à pleuvoir avec de grosses gouttes.